Rostros llenos de tristeza, dolor y lágrimas, era lo que se podía ver ayer viernes, en el entierro de Jessy Paola Moreno Cruz y su hijo de 10 años, quienes murieron el pasado miércoles, luego que ella decidiera lanzarse de un puente, en Ibagué, Colombia.
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El barrido de Cadiz, de la capital tolimense, se abarrotó de personas que deseaban darle el último adiós a ambos. Una gran caravana, siguió al féretro, hasta el cementerio Jardines La Milagrosa, en el norte de la ciudad, para darle cristiana sepultura.
Familiares, amigos y toda la comunidad, decidieron asistir a las exequias, no solo por solidaridad, también lo hicieron, para enviar un mensaje de reflexión a las personas que en algún momento han pensado en acabar con su vida.
Con nuestra presencia y con nuestras oraciones pidiéndole a Dios que pueda calmar todas estas situaciones y también que de paz y tranquilidad a aquellas familias que perdieron a sus seres queridos, dijo uno de las personas que asistió.
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Se pudo conocer, que las autoridades en Ibagué avanzan en las investigaciones para establecer las causas de este lamentablemente suceso, que generó conmoción en el país y también en la aplicación de medidas para evitar más suicidios como este.
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Con datos de RCN Radio
